30 jun 2015

Tumi - Perú

El Tumi es un tipo de cuchillo ceremonial usado en el Antiguo Perú por las culturas Moche, Chimú e Inca. Habitualmente está formado por una sola pieza metálica. El mango de un tumi tiene forma rectangular o trapezoidal. Aunque su longitud es variable, esta siempre excede el ancho de una mano. En uno de los extremos del mango está la marca característica de los tumis: una hoja cortante en forma semicircular (donde el lado curvo es el que tiene el filo y el lado recto es perpendicular al mango). Los ejemplares arqueológicos más conocidos son los que proceden de sitios arqueológicos de la costa norte peruana, especialmente los del período lambayeque (700-1300 d. C.) (también llamado Sicán). La sección del mango de estos Tumis muestra una elaborada figura de forma humana y ojos almendrados (figura que tradicionalmente se ha identificado con Naylamp, un dios-rey de los mitos lambayeque) , a veces con incrustaciones de piedras semipreciosas. Los Tumis lambayeque son algunas de las piezas más famosas del arte precolombino peruano. En 2006 las tumbas lambayeque encontradas por Izumi Shimada y Carlos Elera en el bosque de Pomac [1] permitieron el registro arqueológico de tumis in situ por primera vez. Hasta esa fecha, todos los tumis lambayeque conocidos procedían de tumbas saqueadas. Fue creado entre 1100-1400 Usos El arte andino precolombino (especialmente el arte moche) muestra claramente el degollamiento de prisioneros con tumis. Se sabe que los antiguos peruanos curaban a sus heridos con traumatismos craneales severos (algo común en la guerra, que utilizaba las mazas contundentes como una de sus principales armas) practicando cortes y extracción de la parte dañada del cráneo (trepanaciones craneanas). Estas operaciones muchas veces permitían que el herido siguiera viviendo, tal como lo demuestra la evidencia arqueológica de cráneos trepanados encontrados sobre todo en la costa sur peruana. (Especialmente de las culturas paracas y nazca). Es una idea común que esos cortes se practicaban con cuchillos de pedernal y con tumis metálicos. Ello ha influido en la simbología médica contemporánea. De hecho, la famosa Vara de Esculapio con una serpiente enroscada, uno de los símbolos universales de la práctica médica, es sustituida en el Perú contemporáneo por la silueta de un tumi, como se pude ver en los isotipos de instituciones médicas del país (Gremios médicos, clínicas, etc.). En algunas entidades el tumi va acompañado de las clásicas serpientes entrelazada... La representación es la de un personaje mítico, que algunos estudiosos sostiene que es la del antiquísimo Naylamp. La cabeza del personaje en su parte superior termina en una diadema en media luna que en su campo medio presenta OCHO ESMERALDAS incrustadas y rodeada por adornos circulares en el mismo metal, sobre las esmeraldas aparece en arco una hilera de catorce dibujos en forma de “S” en posición horizontal y entrelazadas unas con otras sobre la cual hay otra fila de adornos en zig-zag y se remata la parte superior y enmarcada entre dos hileras de adornos globales, una fila de doce figuras en forma de “S” horizontales. Debajo de la diadema, presenta la cara cubierta por una máscara, donde los ojos son redondos y rasgados hacia los lados y hacia arriba; prototipo de las máscaras Lambayeque; una nariz que según algunos estudiosos cuando se aprecia de perfil tiene la forma de pico de ave (característica ornitomorfa); una boca diseñada por una línea horizontal en bajo relieve con labios pronunciados y enmarcado por dos líneas laterales verticales que simulan los pómulos y abajo el mentón de la cara. Lateralmente se desprenden de la diadema dos orejeras que rematan cada una de ellas en un círculo metálico con incrustación de una esmeralda. Además y también lateralmente cuelgan a manera de dijes, dos estructuras que representan aves mitológicas, sostenidas con el pico hacia abajo. Curiosidades En las ceremonias del Inti Raymi (recreación de un rito inca que se lleva a cabo cada 24 de junio en el Cusco) se realiza el sacrificio ritual de una llama. El corte que se le practica al animal se hace con un tumi. Las reproducciones de Tumis Lambayeque literalmente inundan los mercados artesanales del Perú. Muchos turistas en el Perú suelen comprar tumis artesanales de madera y cobre como souvenirs. La empresa petrolera peruana Petroperú lo tiene como su logotipo desde su creación. Trepanaciones cuadrangulares encontradas en cadáveres en tumbas incas eran realizadas con tumis. La Academia Peruana de Cirugía tiene un tumi como emblema. "Los Tumis" es el seudónimo de la selección de rugby de Perú. FUENTE: WIKIPEDIA

Civilización Caral - Perú

Caral fue la capital de la civilización Caral, se encuentra situada en el valle de Supe, 182 kilómetros al norte de Lima (Perú) y 23 km del litoral y a 350 msnm,1 se le atribuye una antigüedad de más de 4600 años y es considerada la civilización más antigua de América. Está listada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad Caral-Supe o Norte Chico fue contemporánea de otras civilizaciones como las de China, Egipto, India y Mesopotamia; este sitio tuvo una organización teocrática, y estuvo rodeada por otras civilizaciones enmarcadas en lo que se denomina «sociedad aldeana». El perímetro de Caral fue declarada Patrimonio de la Humanidad por el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco el 28 de junio de 2009 en Sevilla, con ocasión de su trigésima tercera sesión ordinaria. Se reconoció así que Caral es distinguido por su antigüedad, complejidad arquitectónica con edificios piramidales, plazas, su diseño y la extensión urbana. De esta manera, Caral se añade a los otros 10 sitios turísticos ya reconocidos como Patrimonio de la Humanidad en el Perú como el centro histórico de la ciudad Lima, el centro Arqueológico de Machu Picchu, etc. Caral Se ha planteado sobre Caral que fue sede de una comunidad formada por varios linajes y dirigida por las cabezas o representantes de dichos linajes (Shady, Dolorier y Casas 2000) en donde uno de ellos sería el "principal" (Curaca) y los otros sus contrapartes. Los Curacas de estos linajes conducirían y organizarían la vida de los habitantes de las diversas ciudades y pueblos contemporáneos a Caral como Áspero, Allpacoto, Miraya, Kotosh y La Galgada, entre otros. Todos ellos compartían una misma tradición y formaron una amplia y bien organizada red de reciprocidad e intercambio (Shady, Dolorier y Casas 2000). Caral debió ser la cabeza de toda esta red de poblaciones costeñas. Escalinata en el Templo del Altar Circular. Lo que mantuvo unido a la población de Caral fue la religión, que se usó como medio de cohesión y coerción social (Shady 2004). La religión en esa época fue la política del estado para el control de la población (Shady 2004), de la producción de bienes y su circulación. Ello está representado en los grandes monumentos de carácter religioso (las pirámides) con sus plazas, atrios y altares del fuego sagrado en donde se llevaron a cabo las diferentes festividades del calendario ceremonial, símbolo de su identidad cultural (Shady 2004). Las periódicas reuniones y actividades conjuntas como la renovación de las pirámides permitían el reconocimiento del poder y fortalecían la identidad cultural (Shady 2004). Todo lo anterior es la base de la civilización andina y están presentes en Caral como los exponentes más antiguos de las principales instituciones de la época prehispánica, como la reciprocidad (sistema de intercambio y circulación de bienes y servicios), el calendario ceremonial (ligado a la producción, el cultivo y la pesca) o la construcción y renovación de los templos, entre las más destacadas. La música ocupó también un rol importante en esta cultura. Caral es presentada como "la primera civilización de América", tal como lo explican Ruth Shady y Christopher kleihege.4 Según dichos autores, en Caral "La obra arquitectónica en la ciudad y en el campo y los materiales asociados evidencian una organización social compleja en tres estratos jerarquizados, la población mayoritaria,...los especialistas,...y las autoridades conductoras de lo terrenal y lo espiritual en el centro urbano." Etimología En los años iniciales del siglo XXI, el lingüista huachano Alfredo Torero publicó que el idioma quechua habría tenido su origen en los valles de Supe, Fortaleza y Pativilca. Esta afirmación la hizo después de estudiar la toponimia (nombres de los lugares) de los tres valles. Caral, nombre del centro poblado cercano al sitio arqueológico, aparece mencionado en los procesos de idolatrías del siglo XVII en Cajatambo. Es posible que Caral sea un nombre quechua. Sobre su significado no hay acuerdo, aunque algunos lingüistas han propuesto que significa "fibra" o "junco". O en todo caso habría sido una voz protoquecha. Cerámica En general se considera la cultura como precerámica, es decir, no usaban el calor para transformar la arcilla, aunque parece que modelaban pequeños ídolos dejándolos secar al sol. Descubrimiento arqueológico Restos de Caral. En 1905, Max Uhle investigó Áspero, un asentamiento precerámico situado en el litoral del valle de Supe, a 23 km de Caral. Julio C. Tello exploró el mismo lugar en 1937. No hay evidencias que ellos se adentraran en el valle de Supe y, por lo tanto, que llegaran a conocer Caral. El primero que llamó la atención sobre Caral fue el viajero estadounidense, Paul Kosok. Él visitó el lugar juntamente con el arqueólogo estadounidense Richard Schaedel, en 1949. En su informe, publicado en el libro "Life, Land and Water in Ancient Peru", en 1965, mencionó que Chupacigarro (como se le conocía a Caral entonces) debía ser muy antiguo, pero no pudo precisar su antigüedad. En 1975, el arquitecto peruano Carlos Williams hizo un detallado registro de la mayoría de los sitios arqueológicos en el valle de Supe, entre los cuales registró a Chupacigarro Grande (denominación con la que entonces se conocía al actual sitio arqueológico de Caral), a partir del cual hizo algunas observaciones sobre el desarrollo de la arquitectura en los Andes. Lo presentó primeramente: en el artículo "Arquitectura y Urbanismo en el Antiguo Perú", publicado en 1983 en el tomo VIII de la serie "Historia del Perú" de la editorial Juan Mejía Baca. Y, después, en el artículo "A Scheme for the Early Monumental Architecture of the Central Coast of Peru", escrito en 1985 en el libro "Early Ceremonial Architecture in the Andes". En 1979, el arqueólogo francés Frederic Engel visitó el lugar, excavó y levantó un plano del mismo. En su libro "De las Begonias al Maíz", publicado en 1987, afirmó que Chupacigarro Grande (Caral) pudo haber sido construido antes de la aparición de la cerámica en los Andes (1800 a.C.). Sin embargo, los arqueólogos andinos asumieron que el asentamiento era "acerámico", es decir, que había sido construido por una población que no utilizaba la cerámica, aunque ya se conocía en otros lugares de los Andes. En 1994, Ruth Shady recorrió nuevamente el valle de Supe y reidentificó 18 sitios con las mismas características arquitectónicas, entre los cuales se encontraban los cuatro conocidos como Chupacigarro Grande, Chupacigarro Chico, Chupacigarro Centro y Chupacigarro Oeste. Para diferenciarlos Shady los denominó, Caral, Chupacigarro, Miraya y Lurihuasi. Caral, Miraya y Lurihuasi son los nombres quechua de los poblados más cercanos a los sitios. Chupacigarro es el nombre español de un ave del lugar. El equipo dirigido por Shady excavó en Caral, a partir de 1996. Ella presentó sus datos, por primera vez, en 1997, en el libro "La Ciudad Sagrada de Caral-Supe en los albores de la civilización en el Perú". En ese tratado sustentó abiertamente la antigüedad precerámica de Caral, afirmación que consolidó de manera irrefutable en los años siguientes, a través de excavaciones intensivas en el lugar. El Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe está a cargo de los trabajos de investigación y restauración en Caral, así como de los asentamientos coetáneos de Áspero, Miraya y Lurihuasi. La arqueóloga Ruth Shady, viaja al valle para continuar el trabajo de las excavaciones en esta parte del país. Antigüedad Se ha confirmado su antigüedad a través de 93 fechados radio carbónicos realizados en los Estados Unidos. Según éstos, Caral tiene una antigüedad promedio de 4300 años aproximadamente, cuando en el resto de América el desarrollo urbano comienza 1550 años después. El hallazgo de Caral cambia los esquemas que hasta ahora se tenían sobre el surgimiento de las antiguas civilizaciones en el Perú. Hasta hace poco se consideraba a Chavín de Huántar como uno de los focos culturales de más vieja data en el Perú, con un máximo de 1500 años a.C. Población Los cálculos más conservadores estiman que la ciudad sagrada de Caral albergó de 1000 a 3000 habitantes. Extensión Caral ocupa 66 hectáreas, divididas en dos zonas, una central y la otra periférica. Ciudad sagrada Se le ha llamado también ciudad sagrada ya que fue en una época en que por primera vez las sociedades peruanas tuvieron un gobierno central, en donde se establece el estado y se utiliza la religión como medio de afirmación. Todo lo que se ha excavado en la ciudad está impregnado de religiosidad. Hay muchos fogones construidos para ofrendas. Hay señales de posibles rituales en cada lugar. No solamente en las áreas de espacio público o en los templos sino incluso en las casas. Pirámide Mayor El complejo del pirámide mayor mide 150 metros de largo, 110 metros de ancho y 28 metros de alto. La fecha de su construcción es desconocido. Quipu En el año 2005 se expusieron en el Perú nuevos hallazgos realizados en Caral por el equipo dirigido por la arqueóloga Ruth Shady Solís. Se ha encontrado un resto textil interpretado como quipu, aunque no hay pruebas de ello, los quipus hallados en Cerro del Oro (Cañete-Lima) siguen siendo los más antiguos hasta la fecha. Peculiaridad de la cultura de Caral A raíz de las investigaciones de los restos arqueológicos se llegó a la conclusión de que Caral ejercía como capital económica de una amplia región gracias a su trabajo de agricultura, cuyos productos intercambiaba con los pescadores de la costa u otras poblaciones. Esto se entiende al comprobar la abundancia de restos de productos marinos en Caral, estando ésta a unos 20 km de distancia de la costa más cercana. La dominación regional por parte de Caral, a la vista de los estudios, fue ejercida de una forma completamente pacífica durante un periodo que podría ser de 500 a 1000 años, durante los cuales Caral no dejó restos de fabricación de armas, testimonios o evidencias de haber organizado un ejército o liderado una guerra sobre la que dejar constancia. Esta posibilidad ha sorprendido a investigadores de varios ámbitos que se interesaron por Caral. Las fuentes de agua no contaban con murallas defensivas. Además, en la época en que se desarrolla Caral también se empleaban los quipus que se utilizaban como medio de conservación de información estadística o mensajes para comunicarse. FUENTE: WIKIPEDIA

Esmalte alveolado o Técnica Cloisonné

El esmalte alveolado o cloisonné es una antigua técnica para decoración de objetos metálicos, en siglos recientes mediante el uso de esmalte vidriado, y en períodos antiguos mediante el uso también de incrustaciones de piedras preciosas, vidrio, y otros materiales. Los objetos tratados con esta técnica a veces son denominados cloisonné. Para realizar la decoración primero se agregan alvéolos o compartimentos (cloisons en francés1 ) al objeto metálico soldando o adhiriendo alambres de plata, oro o delgadas cintas colocadas sobre sus cantos. Estos agregados son visibles en la pieza terminada, sirviendo de separación entre los numerosos compartimentos de esmalte o incrustaciones, los cuales a menudo son de diversos colores. Los objetos con esmaltado cloisonné son trabajados con una pasta preparada a base de polvo de esmalte que luego es preciso cocer en un horno. En tiempos antiguos esta técnica se usaba principalmente para decorar joyas, y pequeños adornos para la ropa, armas u objetos similares pequeños decorados con diseños geométricos o esquemáticos, con gruesos tabiques entre los alveólos. En el imperio bizantino se desarrollaron técnicas que utilizaban alambres más delgados para producir imágenes pictóricas, principalmente imágenes religiosas y joyería, usando siempre esmalte en vez de incrustaciones. Para el siglo XIV esta técnica del esmaltado había llegado a China, donde pronto fue utilizada para decorar grandes contenedores y vasos; esta técnica se encuentra muy difundida y es muy utilizada en China aun en la actualidad, y durante el siglo XVIII se produjeron en Occidente numerosos objetos decorados con esmaltado alveolado utilizando estilos chinos. Técnicas primitivas El cloisonné es originario del antiguo Cercano Oriente, donde se lo usaba en joyería en piezas muy pequeñas tales como anillos, usando alambre delgado para formar los alvéolos. En la joyería del antiguo Egipto, incluidas las joyas pectorales de los faraones, se usan cintas más gruesas para formar los alvéolos, los cuales son pequeños.2 En Egipto se utilizaban tanto piedras preciosas y semi-preciosas como también materiales tipo esmalte a veces denominado "pasta de vidrio".3 La técnica del cloisonné se difundió por las culturas de los pueblos circundantes y un tipo en especial, a menudo denominado cloisonné granate fue muy utilizado en el arte germánico de los pueblos "bárbaros" o migrantes de Europa, quienes utilizaban piedra preciosas, especialmente granates rojos, además de vidrio y esmalte, con alvéolos pequeños con gruesos tabiques divisorios. Los granates rojos y el oro forman un contraste de colores atractivo, y para los cristianos el granate era un símbolo de Cristo. En la actualidad se cree que este tipo se originó a finales de la antigüedad tardía en el Imperio bizantino y por lo tanto debe haber llegado hasta los pueblos germánicos a través de regalos de diplomáticos de objetos probablemente producidos en Constantinopla, siendo copiada la técnica por sus propios orfebres.4 El cloisonné con pasta de vidrio se fabricó en los mismos períodos con resultados similares, por ejemplo compare los adornos en oro anglosajones con granates (a la derecha) y el broche visigodo con pasta de vidrio en la galería.5 Gruesas cintas de oro se soldaban a la base de la sección hundida que iba a ser decorada para darle forma a los alvéolos, antes de agregar piedras o la pasta.6 7 A veces los alvéolos eran rellenados con diferentes materiales tales como piedras partidas o vidrio y esmalte mezclados para decorar el objeto, como se observa en la tapa del monedero de Sutton Hoo.8 Durante la era bizantina la técnica se desarrolló hacia el uso del estilo del alambre delgado solo adecuado para el esmaltado descrito en la próxima sección, la cual fue imitada en Europa a partir del período Carolingio. Esmaltado Las piezas más antiguas de cloisonné que han llegado hasta nuestros días son anillos encontrados en tumbas del siglo XII AdC de Chipre, fabricados utilizando alambre extremadamente delgado.9 En épocas posteriores el esmalte fue uno de los varios materiales de relleno utilizados en las piezas pequeñas, alvéolos de paredes gruesas del estilo de la antigüedad tardía y período de migraciones descrito arriba. A partir del siglo VI, el arte bizantino comenzó nuevamente a utilizar alambre más delgado para permitir la realización de diseños mucho más complejos, con mayor número de alvéolos menos geométricos, lo cual solo era posible utilizando esmalte.10 Estos trabajos todavía se realizan en objetos pequeños, aunque en algunos casos se juntaban varias placas para formar un objeto más grande, tales como la Pala de Oro, la pieza del altar en la Catedral de San Marcos, Venecia. En algunos objetos se combinaban alvéolos gruesos y delgados para contribuir a su concepto artístico.11 A menudo los diseños (como en el que se muestra a la derecha) tenían una porción importante del fondo que era oro liso, tal como en los mosaicos bizantinos contemporáneos. La zona a ser esmaltada era estampada para producir la depresión principal, con rayaduras o marcas para que el esmalte se adhiriera, y con el agregado de los alvéolos.12 Desde Bizancio o el mundo islámico la técnica llegó a China en los siglos XIII-XIV; la primera referencia escrita se encuentra en un libro de 1388, donde es denominada "Objeto Dashi ('Musulmán')". No ha sido posible identificar objetos chinos del siglo XIV, la piezas más antiguas corresponden al reinado del emperador Xuande (1425–35), las cuales sin embargo muestra un uso acabado de los estilos chinos, lo que indicaría una experiencia considerable en la técnica.13 Inicialmente fue recibida con desconfianza por los cultores del arte chinos, por ser extranjero, y por parecer estar orientada al gusto femenino. Sin embargo desde principios del siglo XVIII el emperador Kangxi contaba con un taller de cloisonné entre las numerosas fábricas imperiales. Las piezas chinas más elaboradas y preciadas son de comienzos de la dinastía Ming, especialmente los reinados del emperador Xuande y el emperador Jingtai (1450–57), aunque las piezas del siglo XIX o modernas son mucho más frecuentes. La industria china parece haberse beneficiado con el aporte de varios refugiados bizantinos que huyeron en la Caída de Constantinopla en 1453, aunque solo basado en el nombre, es mucho más probable que los chinos adquirieron este conocimiento del Medio Oriente. En gran parte del cloisonné chino el azul es el color predominante, y la denominación china de la técnica es, jingtailan ("objetos Jingtai azules"), que se refiere a este hecho, y al emperador Jingtai. La calidad comenzó a disminuir en el siglo XIX. Inicialmente se utilizaban recipientes o figuras pesadas de bronce o latón, y los alambres se soldaban, pero posteriormente se utilizaron recipientes de cobre mucho más livianos, con el alambre pegado antes de la cocción.14 15 Las composiciones de los esmaltes y los pigmentos variaban según las modas. En piezas bizantinas y aun chinas, no siempre el alambre rodea una zona de esmalte de un color en particular. A veces el alambre es utilizado con el solo propósito decorativo, con sus extremos en medio de la zona esmaltada, y a veces la frontera entre dos colores de esmalte no se encuentra delimitada con un alambre. En la placa bizantina que se observa a la derecha se observan ejemplos de estas técnicas en el alambre en la manga negra del santo, y en el blanco de sus ojos y el cuello. También ver el cuenco chino que se muestra arriba a la izquierda. El cloisonné chino es el cloisonné esmaltado más conocido y difundido, aunque los japoneses también produjeron gran cantidad de objetos a partir de mediados del siglo XIX, de gran calidad.16 En Japón los esmaltes cloisonné son denominados 'Shippo'. Los cloisonné rusos de la era zarista son muy apreciados por los coleccionistas, especialmente los de la Casa Fabergé o Khlebnikov, en Francia y en otras naciones también produjeron pequeñas cantidades. A veces el cloisonné chino es confundido con el esmaltado cantonés, un tipo de trabajo de esmaltado similar que se pinta a mano y donde no se utilizan particiones para separar los colores. En la Europa medieval la técnica del esmaltado cloisonné fue gradualmente desplazada por la del esmaltado champlevé, en la cual los alvéolos que se rellenarán con el esmalte son producidos creando hendiduras (utilizando diversos métodos) en el objeto base, en vez de fabricando compartimentos sobre él como en el cloisonné. Posteriormente se han desarrollado otras técnicas que permiten aplicar el esmalte sobre una superficie plana sin que se escurra. El plique-à-jour es una técnica de esmaltado similar que utiliza esmaltes claros sin un material base de metal, mediante la cual se obtiene un objeto que posee la apariencia de un objeto en miniatura de vidrio coloreado - o sea un cloisonné sin un material de fondo. La técnica de plique-a'-jour es por lo general utilizada para producir una base sobre una plancha delgada de mica o de cobre la cual es posteriormente despegada (en el caso de la mica) o removida con ácido (en el caso del cobre). Se han desarrollado otras formas utilizando esta técnica, aunque su uso ha sido limitado. En Japón en el siglo XIX fue utilizada en vasijas de cerámica con esmaltes cerámicos, y ha sido usada con rellenos de laca y acrílicos modernos para los alvéolos.17 Una versión de la técnica cloisonné a menudo es utilizada para distintivos de solapa, distintivos de logotipos de numerosos objetos tales como automóviles, incluidos modelos BMW, y otros usos, si bien en estos casos el metal base es fundido por lo general con los alvéolos conformados, por lo que el uso del término cloisonne', es cuestionable. El nombre correcto de dicha técnica es champlevé que es la denominación que utilizan los orfebres, metalistas y especialistas del esmalte. Existe una gran colección de 150 piezas de cloisonné chinas en el G.W. Vincent Smith Art Museum en Springfield, Massachusetts. Proceso moderno Agregado de alvéolos de acuerdo a un patrón previamente transferido al objeto a decorar. Agregado de frita luego de sinterizar los alvéolos. Una vez concluido se cuece la pieza, luego desbastado (repitiendo la operación si fuera necesario) luego es pulida y electroplateada. Primero se debe fabricar o conseguir el objeto que se desea decorar; por lo general es el producto del trabajo de diversos artesanos. El metal que por lo general se utiliza para producir el cuerpo es cobre, dado que es barato, liviano y es fácil de trabajar y estirar, pero se pueden utilizar oro, plata u otros metales. El alambre para cloisonné es fabricado de plata fina u oro fino. Se lo dobla de forma de producir las formas que definen las áreas a ser coloreadas. Los dobleces son todos en ángulos rectos, de forma que el alambre no se revire fuera de la superficie del alvéolo. Esta tarea se realiza usando pinzas y dispositivos especiales. Los diseños con los alambres puede consistir de varios diseños intrincados que juntos conforman un diseño de mayor tamaño. Se puede utilizar soldadura para unir los alambres, pero su uso hace que posteriormente el esmalte se decolore y forme burbujas. La mayoría de los esmaltes bizantinos en existencia poseen alvéolos soldados, sin embargo el uso de soldadura para adherir los alambres de los alvéolos en general ha caído en desuso a causa de su dificultad, con excepción de algunos "esmaltadores contemporáneos puristas" que fabrican faces de relojes caros y joyas caras de muy alta calidad. En vez de soldar los alvéolos al metal base, el metal base es cocido con una delgada capa de esmalte claro. El alambre del cloisonné es adherido a la superficie del esmalte con goma tragacanto. Cuando la goma se ha secado, la pieza es cocida nuevamente para que el alambre cloisonné se fusione en el esmalte claro. La goma se quema, y no deja ningún residuo. Los esmaltes vidriosos de diferentes colores son molidos en un mortero de agata o porcelana de manera de obtener un polvo fino, luego se los lava para eliminar las impurezas que podrían decolorar el esmalte durante la cocción. Cada esmalte de color es preparado de esta manera previo a su uso y luego se lo mezcla con una solución muy diluida de goma tragacanto. El compuesto vítreo consiste de silicio, nitrógeno y óxido de plomo al cual se le agrega óxido metálico para dar los colores. Utilizando espátulas delgadas, pinceles o mangas, el artesano coloca el fino polvo coloreado en cada alvéolo. Se deja que la pieza se seque antes de proceder a su cocción, la que se realiza colocando toda la pieza junto con el esmalte de relleno en un horno. El esmalte en los alvéolos se reduce mucho durante la cocción, a causa de la fusión y encogimiento por la naturaleza granular del polvo de vidrio, en forma similar a lo que pasa al fundir azúcar en un horno. El proceso se repite varias veces hasta que los alvéolos quedan completamente llenos hasta el borde del alambre. Existen tres estilos de cloisonné: cóncavo, convexo, y plano. El método usado para su terminación determina su aspecto final.18 En el cloisonné cóncavo los alvéolos no son llenados completamente. Al fundir el esmalte por capilaridad la superficie del esmalte se curva contra el alambre del cloisonné, produciendo una superficie cóncava. El cloissoné convexo se obtiene rellenando en exceso los alvéolos en la última cocción. Ello le otorga a la zona con cada color un aspecto de montículos levemente redondeados. El cloisonné plano es el más común. Luego que todos los alvéolos son rellenados el esmalte es pulido para conformar una superficie suave mediante una herramienta abrasiva, usando las mismas técnicas que se utilizan para pulir las piedras cabochon. La parte superior del alambre del cloisonné es pulido de forma que quede al ras del esmalte y adquiera lustre y brillo. Algunos alambres de cloisonné son electroplateados con una delgada película de oro, que al contrario de lo que sucede con la plata no se pondrá opaco. FUENTE: WIKIPEDIA