28 may 2012
Origen de Rosario - Argentina
Origen de Rosario
Rosario no tiene fundador ni fecha de fundación, sino un proceso de formación espontánea dado por la situación favorable tanto a nivel geográfico como económico.
Siglo XVII
Siglo XVIII
Siglo XIX
Primeras autoridades
Planos de la ciudad desde 1858
Siglo XVII
La ciudad nació sin acta fundacional a comienzos del siglo XVII, como Pago de los Arroyos. Sin embargo, desde que en 1689 el Capitán Luis Romero de Pineda recibió estas tierras por parte del gobierno de Buenos Aires en pago de servicios prestados a la Corona, se produjeron notables cambios.
El primer registro de población permanente fue la estancia del Capitán Romero. Otra parte de las tierras en que se encuentra Rosario pertenecieron a la Estancia San Miguel, propiedad de los jesuitas, que le habían comprado en 1719 al hijo de Antonio de Vera Mujica.
En 1724 se estableció en la zona Santiago de Montenegro, quien instaló un molino, industria que fue muy primitiva hasta que en 1850 se construyen varios molinos hidraúlicos y a vapor.
Antes de esa fecha, merodeaban por el lugar indios calchaquíes, reducidos y atendidos por franciscanos, quienes formaron una población y se establecieron en el llamado Pago del Salado.
Cuando los indios belicosos del Chaco destruyeron todo, Pineda recibió las tierras que conformarían luego el Pago de los Arroyos. Muerto Pineda, sus hijas lo heredaron y comenzó la fragmentación de las parcelas. A partir de allí se perdió parte de la historia.
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Siglo XVIII
En el primer tercio del siglo XVIII había ya numerosas estancias en los alrededores. El censo de 1741 indicaba que entre blancos, indios y mulatos, se estimaba una población de 248 vecinos.
Santiago Montenegro fue de suma importancia en la historia de la ciudad. Se radicó en la zona para dedicarse a la explotación agro-ganadera, fue quien diagramó el basamento de la futura ciudad, reconstruyó la antigua capilla y en 1751 fue nombrado Alcalde.
Con anterioridad, la población de la zona era tan escasa que no había una autoridad especial. Se dependía directamente de la gobernación de Santa Fe, que a su vez dependía de Buenos Aires.
En Santa Fe se elegían dos alcaldes ordinarios y de la hermandad. Los de “hermandad” tenían autoridad indistintamente en todo el territorio de la ciudad.
En 1725 se eligió especialmente un alcalde de la Hermandad para el Pago de los Arroyos, el mismo funcionario tenía también a su cargo el distrito de Coronda.
Recién en 1784 se dividió la jurisdicción de los Arroyos de la de Coronda. Entre sus atribuciones se detallan:
Dar posesión de la tierra.
Vender bienes embargados y de difuntos.
Presenciar y acreditar testamentos, mensuras, etc.
Cuidar el orden de la población
Esta institución duró hasta 1825, siendo sus atribuciones mayores de acuerdo al incremento que tomaba la región a su cargo.
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Siglo XIX
En 1812, dos años después de la Revolución de Mayo de 1810, la población del Pago de los Arroyos o Villa del Rosario, como se la conocía entonces, era poco numerosa, aunque dada su estratégica posición como nodo de caminos virreinales y con el acceso por el río Paraná, ya poseía cierto desarrollo comercial, aunque en la época los malones eran todavía una incertidumbre que pesaba en los pobladores de estas llanuras apenas domesticadas.
Entre sus casas bajas, unas pocas techadas con tejas, sobresalía el edificio parroquial, centro de la vida social de los habitantes.
Puede suponerse que aquel caluroso febrero de 1812, la llegada de las tropas del ejército de Belgrano causó un gran revuelo, así como grandes discusiones acerca del futuro tormentoso que se avecinaba.
Para 1880 Rosario ya era el primer puerto exportador de la Argentina. Esto produjo un aumento demográfico importante, atrayendo a corrientes inmigratorias y migraciones internas que posteriormente le dieron a Rosario las características de ciudad gringa.
El crecimiento de los barrios tuvo un desarrollo típico: Primero la iglesia, frente a ella la plaza, luego las escuelas, comisarías, residencias destacadas de los notables de la zona (generalmente comerciantes y profesionales) y luego las viviendas de los obreros y empleados. Y al crecer la población, el club social y deportivo, el cine, los bares y los comercios.
La ciudad se desarrolló con el aumento de la producción agrícola y la intensificación de las actividades portuarias.
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Primeras autoridades
Política: Alcalde de la Santa Hermandad. Nombrado por el Cabildo santafesino. Los vecinos no tenían el derecho a elegirlo.
Militar: Jefe Militar. Dependía del gobierno central de Buenos Aires.
El 1º alcalde de la Santa Hermandad fue el Sargento Mayor Francisco Frías, quien es recordado por haber ocupado dicho puesto en 5 ocasiones y por haber muerto en la mayor pobreza.
Fue enterrado de limosna, hecho que puede ser corroborado en el folio 37 del libro 1 de entierros de la Catedral de Rosario.
Alcalde Mayor
A principio de 1826 el presidente de la Junta de Representantes de la Prov. de Santa Fe, Juan Manuel de Soto, comunicó el nombramiento de alcalde mayor del Dpto. Rosario, lo que implicaba reconocer a la Villa del Rosario el título de pueblo.
Las atribuciones de esta institución estaban reglamentadas por las Leyes de Indias que tenían jurisdicción civil y criminal.
La alcaldía mayor era un cargo no rentado y tuvo vigencia en estas tierras hasta 1832. Los Alcaldes mayores se ocuparon especialmente del orden y de la tranquilidad pública.
El Comandante militar del Dpto. Rosario proponía una terna a la Junta de Representantes de la Prov. de Santa Fe y de la misma se elegía el Alcalde.
En noviembre de 1832 se comisionó a Domingo Cullen para realizar la “organización administrativa del departamento Rosario”.
El alcalde mayor cesó a raíz de la creación del cargo de Juez de Paz por ley del 28 de enero de 1833.
Juez de Paz
El capítulo 1º de la ley mencionada establecía la designación de un Juez de Paz en la Villa del Rosario, con jurisdicción ordinaria en todo el departamento.
Este cargo sería rentado, tendría dos comisarios auxiliares en dicha Villa y en la campaña se crearían los que fueran necesarios a propuesta del juez de paz y sin sueldo alguno.
El mandato duraría un año y podía ser elegido nuevamente. Sus atribuciones eran muy amplias y resumían las que poseía en Santa Fe el Juez de 1º instancia en lo civil, en lo criminal, el juez de policía, el defensor General de pobres y menores y el juez de paz propiamente dicho.
Fuente: Portal de gobierno Santa Fe.gov.ar
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