17 dic 2010

Las huellas de los Quilmes


Las Ruinas de Quilmes se encuentran  ubicadas en el Valle Calchaquí, en la provincia de Tucumán de la República Argentina.
Los restos arqueológicos fueron reconstituídos 300 años después del abandono del lugar.
Ellos, los Quilmes resistieron a la conquista española durante más de una centuria.
Sus huellas han quedado, indelebles, en una ciudadela en terrazas.
Como un tablero, compuesto de rectángulos y círculos con paredes de piedra sostenidas en equilibrio a partir del siglo XVII, se vislumbra desde lo alto, la arquitectura de su ciudad, siendo de este modo uno de los patrimonios más importantes de nuestra arqueología argentina.
En el paseo de ascenso se va descubriendo una sociedad evolucionada para el 800 d.c.
Ubicados, vemos al Este, el cordón Calchaquí; al Oeste, las sierras del Cajón y en medio de ambos, el valle del Yokavil que se extiende en su zona más baja.
La historia nos aporta que en esta ciudadela vivieron más de 3000 aborígenes y unos 10.000 más circundando.
En las ruinas se puede advertir una zona de casas residenciales, familiares y sus respectivos corrales; dos pequeños fuertes aparentemente como defensa, a sus costados y en la parte más alta, en su cumbre, la residencia para los caciques. Ellos, los Quilmes practicaban la poligamia en tanto y en cuanto, el número de mujeres dependía del poder adquisitivo del hombre.
Contaban con espacios para el guardado del agua, en represas. Regaban con sistema de canales y acequias y cultivaban maiz, porotos, quinoa y zapallo.
La sociedad tenía un regimen piramidal.
Ellos resistieron a la evangelización española más de un siglo hasta que en 1667 fueron llevados a pie hasta la provincia de Buenos Aires. Salieron más de 1700 de Tucumán y sólo llegaron con vida alrededor de 400.
En las ruinas podemos disfrutar su estructura en pircas, de modo que se advierten restos de corrales, depósitos, morteros y núcleos habitacionales.
Sus habitantes, diaguitas, nos dejan hoy, un ejemplo de convivencia donde, ocupando cada uno su sitio en la organización social que los incluye, podían advertir quién era parte de ellos y quienes hacían peligrar su existencia.
El sol que está presente todo el año, nos invita a ver este paisaje nuestro bajo la nitidez del cielo argentino.

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